El fugaz encuentro con la realidad


Semana 5. Del lunes 7 de marzo al domingo13 de marzo
Nos dirigimos al singular paralelo del Trópico de Capricornio donde dicen que el sol puede ocupar su cénit al mediodía durante el solsticio de invierno y ya empiezan a aparecer claros síntomas de tiempo revuelto, mejor dicho, ingobernable, con variaciones en la dirección del viento que exigen atención para no despistarse Parecería como si los sones de la percusión de las lejanas escuelas de samba brasilerira invitasen a la danza al meteoro que nos sirve de empuje. Los vientos de cola parece que se hayan retirado y empezamos a ceñir cada vez con mayor frecuencia y evitamos utilizar el dispositivo automático de sustitución de velas que tanto nos ha facilitado la labor en jornadas pasadas. ¡Qué descontrol! Miro extrañado a mi referente en busca de alguna explicación y como otras veces me aclara mi desconocimiento
  • Estamos pasando la Zona de Convergencia Intertropical conocida por los navegante, que te enteres, como los "doldrums" y se significa por el encuentro de los alisios que vienen desde el hemisferio norte con dirección SW y los del hemisferio sur van justo en sentido contrario, es decir NW, esta cita provoca el descontrol de vientos en esta zona. No desatiendas el gobierno y sigamos en buena armonía
Hoy es lunes y la organización nos alerta de la presencia de la flota de regatistas "reales" que ya cruzaron el Cabo de Hornos y enfilan nordeste anunciando un encuentro con nosotros, "los virtuales", que todavía andamos buscando la punta septentrional africana. El Virbac-Paprec 3, líder de la regata real navega con rumbo de coincidencia a unas 800 millas de donde nos encontramos.
  • Tú crees, que ¿nos pasará por proa o por popa?_ pregunto al experimentado marinero
  • Todavía quedan lejos y aunque llevan un rumbo más abierto y su velocidad es superior a la nuestra apuesto que pasará por popa.
  • No sé si lo veremos pasar
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Temprano me despierto hoy jueves. Las voces de Atalayón me han sobresaltado y echado de la litera
  • ¿Qué pasa?
  • Mira la corredera y verás que estamos casi aproados al viento. Anda, calamidad, mueve el timón si no quieres quedarte clavado en estas coordenadas
Efectivamente, ayer noche, erré en mis cálculos y ahora amanecemos a paso de tortuga. Rectifico, cambio la vela a solent y me veo obligado a coger arrancada cerrando el rumbo a 208 suroeste lo que nos desviará del rumbo ideal.
  • No te preocupes - trata de tranquilizarme Atalayón - que no se ganó Zamora en un hora y todavía tenemos más de mil millas antes de corregir nuestra dirección hacia la puerta del Atlántico, situada frente a las costas de Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
Asumo la reflexión y desvío mi atención a comprobar el estado de cabos, cornamuzas y candeleros mientras mi ángel de la guarda sonríe al despeinar las olas que le entran por su proa que nota una mejorar apreciable su velocidad.

Acabo de tomarme un humeante café con leche que me ha reconfortado tras abrir los ojos y disponerme a revisar nuestro plan de navegación. De entrada la primera novedad es que, ni por delante ni por detrás, el Virbac nos ha cruzado por la amura de estribor a una velocidad superior a los 15 nudos. ¡Quién la encontrara! - Como lleva el viento por la aleta. Así ya podrá - farfullo en voz alta
  • Peregrino no te cuestiones el paso de la cabecera de la flota real, que esos tienen los dientes afilados de tanto regatear y tú, que yo sepas, has seguido desde casa tu navegación experimental pariendo de Barcelona
  • Sí, de acuerdo pero también le favorecen los vientos
  • Aprovecha que viene de cara para practicar a bolinear que falta te hace
  • Ya voy, pesado y...mandón
Y vigilo la botavara mientras que un golpe de timón me hace abatir la embarcación en busca de impulsos más consistentes. Debo confesar que mi estilo de navegación se mueve entre la intuición y la simpatía. Para obtener la primera, me conduzco con los partes meteorológicos y una chispa de apuesta acerca del lugar donde se encuentra la mejor opción y respecto al factor simpático lo localizo en la observación de las rutas trazadas por las otras embarcaciones que participan en la regata. De momento no va mal ya que voy escalando posiciones en el ránking general. Ahora me acuerdo la contestación que me dio un desconfiado pescador de l'Ametlla de Mar ante mi insistencia por conocer el rumbo que escogía en busca de los mejores caladeros. - El rumbo del mogollón ése es mi favorito - me contestaba y yo perplejo no sabía si era una respuesta que buscaba el despiste o si más bien orientaba su embarcación hacia donde se dirigía la mayoría de la flota pesquera de aquella localidad. Nunca lo sabré.